El Parlamento de Kiev votó este 23 de septiembre un texto que a primera vista parece revolucionario, llamado “ley antioligarquía”.
Bajo el impulso del presidente Volodimir Zelenski, Ucrania, por primera vez en 25 años, intenta reducir la influencia de sus oligarcas en la sociedad. La iniciativa parte de un buen sentimiento, pero, como suele ocurrir en este país, el diablo está en los detalles.
Tan sólo 24 horas después del intento de asesinato de Serhiy Shefir, primer asesor del presidente Volodimir Zelenski, el Parlamento votó este jueves un texto histórico llamado “ley antioligarquía”.
La Rada Suprema aprobó el texto en segunda lectura con una mayoría suficiente (279 diputados de los 379 presentes en la sesión, por encima de los 226 necesarios) para que entre en vigor en cuanto sea sancionado por Zelenski.
Definición legal
La reforma busca crear una lista de oligarcas, impedir que financien partidos o que compren empresas estatales con grandes procesos de privatización.
Por primera vez, el Estado ucraniano, saqueado durante 30 años por empresarios mafiosos, dará una definición legal de lo que es un oligarca.
Para corresponder a esta definición, un empresario tendrá que cumplir tres de los siguientes cuatro criterios: tener una fortuna de más de 80 millones de dólares, estar en situación de monopolio, tener influencia en los medios de comunicación y financiar partidos políticos.
Sobornos
Se creará un “Registro de oligarcas” y se prohibirá a los miembros del gobierno reunirse con esta docena de peces gordos.
Pero para los ucranianos, que saben que la mayoría de sus diputados reciben sobornos de estos mismos oligarcas, la idea misma de detener la interacción entre políticos y empresarios hace sonreír.
De hecho, todo el mundo se pregunta cómo se las arreglará Zelenski para deshacerse de ellos, cuando fue el oligarca Ihor Kolomoiski, la tercera fortuna del país, quien lanzó su carrera política.