Salta no tiene paz. Salta necesita de paz, en este que es el momento mas difícil para la Provincia porque se muestra con absoluta sinceridad, sin preavisos y con total dureza, en cada una de sus facetas en contra de los mas vulnerables y humildes, únicos acreedores reales de la verdadera ayuda de un Estado provincial y nacional.
El modelo de gobierno de la Provincia de Salta, encabezado por Gustavo Sáenz, fracasó. Puede la frase ser el motivo de debate para todo el arco político salteño, a favor o en contra, y siempre volveremos al mismo punto de partida, la gestión Sáenz; fracasó.
Salta está sumergida en miles de situaciones que deterioraron y dañaron extremadamente a la población, sería una pérdida de tiempo discutir sobre las obras públicas o viales que no existen y lo peor que podría suceder es debatir sobre Educación, Hábitat, Trabajo y el gravísimo estado de corrupción que envuelve al Poder judicial. Salta es una provincia que se detuvo cuatro años en la nada.
Los esfuerzos del gobierno provincial de gobernar mediante la virtualidad de las redes sociales, mostrando cada vez que entregan una mínima ayuda a la gente, es el mecanismo más perverso adoptado para tapar la corrupción y pésima administración de los recursos provinciales.
La Salud de los salteños esta en terapia intensiva, con el peor cuadro que todas las cepas juntas de Covid en pico de pandemia. Basta con analizar los casos de mortalidad infantil por desnutrición y el estado deplorable de cada nosocomio de la provincia, para conocer la realidad.
La sociedad entre el gobierno y los movimientos sociales, a través del ministerio Radical de Desarrollo Social, fue la peor decisión del Gobierno local y el despilfarro de los recursos millonarios, asignados a la ayuda social, fue una lápida para la peor gestión gubernamental salteña.
Es interminable la lista de problemáticas graves provocadas mediante las decisiones o postergaciones de Gustavo Sáenz como Gobernante, todo lo que se ha generado a partir de ahí y que apurado por los tiempos y los compromisos electorales, termina por demostrar cabalmente, una profunda crisis salteña, para una sociedad que en silencio no reacciona, mientras observa cada detalle.
Salta, está enfrentada con Salta y las caras de los que provocaron este conflicto, vuelven a la calle a exponer sin vergüenza, el plan para continuar manipulando la Provincia, con la complicidad de una manipulada voluntad popular. Salta necesita Paz.