El nuevo territorio de batalla pre electoral es esta empresa con capitales del Estado pero administración privada.
Un derecho inalienable que ya no le pertenece a la población salteña. La administración de esta prestataria del servicio público, está a cargo de un posible candidato para el 2019, lo que fue percibido en la orbe municipal y ante lo que se viene, Empresa y Municipio, se convirtieron en materia de rivalidades. Un agujero aquí, un pozo allá, máquinas de terceros, obreros pauperizados, calles rotas sistemáticamente y la solución de fondo en lo que a cada quien le cabe, no llega. La población se perjudica por el caos institucional que marca esta etapa del urtubeicismo, por un lado y por otro, la escasa gestión macrista en la municipalidad capitalina.
En Salta, con la suba impositiva, con la distribución de recursos y con los avances de la tecnología, se reparte agua en camiones cisternas en barrios como El Milagro, por citar a uno de muchos en la ciudad y en la provincia. En los pueblos, de hecho es peor, porque no sólo es inexistente el agua potable, también lo son las cloacas. Se puede, en este sentido mencionar, a los poblados de Rosario de la Frontera, departamento que le es fiel al voto rural que promueve al sojero Olmedo; allí no sólo no existe el agua como un recursos inalienable, sino que además, no existe el gas de red, la telefonía fija, el asfalto, los insumos para salud.
Si retomamos lo de Aguas del Norte y se hace un rápido sondeo de opinión entre vecinos; la insatisfacción por el servicio y calidad del mismo, recibido es alta; aparejado que las personas resienten su economía con el pago y sus aumentos que no son reinvertidos en ninguna clase de mejoras.
La interrupción en el servicio de agua de red en la capital se acentúa en verano, zonas inmensamente pobladas dejan de recibir el líquido elemento durante semanas, sin otra posibilidad de abastecimiento para el hogar que el sistema deficitario de esta empresa. Pero no todo termina allí; cuando no se trata del agua, se trata del estado de las calles. Un pozo por rotura de caño o por uso milenario del pavimento; entra la prestataria del agua y la Municipalidad, los vecinos deben padecer las consecuencias del evidente manejo de recaudación no reinvertida.
Lucio Paz Posse, parece encarnar a la síntesis de todos los enemigos de Gustavo Ruperto, el Intendente capitalino, quien más allá de su unipersonal radiofónico, no concreta aquello que dice. Paz Posse es el moldeado a lo Chicago Boys; atención al cliente, fotografías diarias de visitas a supuestas obras que mejorarían el servicio, mientras las boletas llegan a los hogares más rápido que el agua. Según declaraciones del directivo: “Esta semana desde Aguas del Norte llamamos a licitar obras por más de 400 millones de pesos. Obras que van a mejorar nuestro servicio en SaltaCapital, Campo Santo y Tartagal”
Para que nadie la vaya de ofendido, podemos retirarnos de la Capital y adentrarnos con esto, al interior salteño, bien lo reportaron colegas del Departamento San Martín; “El diputado provincial Manuel Pailler adelantó que tienen la intención de acompañar la primera inspección que realizará la jueza en lo Civil de Personas y Familia 2 de Tartagal, Carmen Juliá. Los diputados Mario Ángel, Gladys Paredes y Manuel Pailler son los que impulsan una acción de amparo contra la empresa Aguas del Norte. El Dr. Manuel Pailler destacó que habría resultado mejor si la inspección se realizaba durante los meses de marzo y abril; “el periodo crítico”; pero que entiende los tiempos de la Justicia. “Ahora no tenemos problemas porque por las bajas temperaturas el consumo disminuye”. “Sería bueno que la inspección fuese en los tiempos críticos, cuando el agua no sale, o no es de la calidad que debe ser, que viene turbia o contaminada”, especificó. Con esto descartó que fuese intencional realizar en esta época esta inspección. “La vez pasada tuvimos la audiencia de conciliación pero la empresa demandada (Aguas del Norte) no se presentó, pero el proceso judicial sigue y esta inspección es parte de la decisión de la juez”, afirmó.
“No hemos recibido ninguna citación legal”, manifestó en cuanto a si acompañarán en el recorrido de la jueza Juliá, “nos comunicaremos con nuestro asesor legal; el Dr. Marcelo Fernando Zuloaga; que será el que nos informe si estaremos o no”.
Esta inspección es parte de las pruebas que se recaban en la acción de amparo contra la empresa Aguas del Norte (Cosaysa). “La jueza verá el estado que presenta la toma de agua y captación, la sala de potabilización de la Planta Potabilizadora, el estado del acueducto, entre otros”, reseñó el legislador provincial. “Lo que queremos es que la población tenga agua (…) que la empresa cumpla con el servicio de forma definitiva”, concluyó. La medida ordenada se concretará en dos días. La primera parte será el 6 de julio y la segunda el día 11″ según lo publicado por FM ALBA.
En tanto en la ciudad nos encontramos con el reclamo del Barrio Casino por cloacas colapsadas, la habilitación de edificios faraónicos en el micro y macrocentro a los que se les permite estar allí en función que son los que pagan por las obras que la empresa debiera realizar y con ello hay un ingreso extra para las arcas de la prestataria. Esto también, con permisos de por medio, sucede en la comuna salteña que ve crecer sus ingresos a través de las habilitaciones de obras privadas.
Cabe mencionar que el problema con la privatización del recurso acuífero, Argentina quedó paralizada en la provisión del líquido vital. Así también lo reporta el diario porteño La Nación, en un informe de junio pasado en el que detalla: “El 22% de los 44 millones de argentinos no tiene agua de red y cuatro de cada diez vive sin cloacas Dos millones de argentinos usan tres meses al año para buscar agua (entre tres y seis horas diarias); expresado en dinero ese tiempo equivaldría a unos $28.500 (tres salarios mínimo vital y móvil). Un millón no tiene baño, letrina ni pozo.
El 22% de los 44 millones de habitantes no tiene acceso a la red pública de agua y cuatro de cada diez no tienen cloacas. Por supuesto, estas situaciones impactan en la salud pública provocando, en particular, cuadros de parasitosis que afectan, especialmente, a los niños” Y así mientras los políticos la embolsan, la población marcha a morir por la mezquindad de las administraciones neoliberales.