San Lorenzo: otra vez, el Intendente misógino

Al aire por FM CAPITAL, María Romero, hizo declaraciones de por qué debió encadenarse en Casa de Gobierno, ubicada en el barrio Grand Bourg de Salta capital como protesta debido a que fue despedida injustamente de la Municipalidad de San Lorenzo. Anterior a su caso, existió el de Camila Rueda, quien también se encadenó junto a su compañera. Rueda, una trabajadora municipal sañlorenceña despedida por estar embarazada. Al menos tres casos más anterior a ese, son con los que incurrió el Intendente Kila Gonza ¿misoginia?

 María Romero, en declaraciones por la radio mencionada dijo: “Yo tengo una nota firmada del vicegobernador Miguel Isa donde se compromete a solucionarme el problema. Sin embargo a las palabras se las lleva el viento (…) “Yo vi cosas en el complejo municipal,como ser que rompieron instalaciones familiares del concejal,hermano del intendente, para sacar cosas. Me dijeron que nadie me queda en la Municipalidad, entonces creo que viene por ese lado y no por incumplimiento laboral” La trabajadora despedida, comentó: “Trabajo en la Municipalidad de San Lorenzo hace 9 años. Me dieron una nota por supuesto incumplimiento laboral porque un día presenté una nota para poder faltar y no la firmaron nunca, después me echaron”

Gonza, intendente de San Lorenzo, vuelve a incurrir en faltas graves a las leyes laborales y tal como en en el caso de la despedida Camila Rueda, no cumple con lo previsto en el marco de las conciliaciones obligatorias ministeriales o al cabo de un tiempo el acoso laboral es tan fuerte que las empleadas, deciden renunciar. La mayoría de las mujeres que han sido por él perseguidas son quienes sostienen económicamente a sus respectivas familias.

¿Qué es la misoginia?

La misoginia es un comportamiento inconsciente que se desarrolla desde la infancia; proviene de un trauma que se relaciona con una imagen femenina”, describe la profesora Berit Brogaard. La real Academia Española la define como ‘Aversión a las mujeres’: «El antifeminismo está frecuentemente basado en la misoginia, pero el feminismo no se sustenta en el odio a los hombres» (Alborch Malas [Esp. 2002]). Procede del griego misogynía, de miso- ‘odio’ + gyné ‘mujer’.

Existen diferencias entre el machismo y la misoginia, dos conceptos que se confunden a menudo y se utilizan indistintamente, pero con importantes matices en su significado.

definir el machismo como el “conjunto de actitudes y comportamientos sexistas que tienen por objeto establecer o mantener el predominio del hombre sobre la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”.

Mediante los comportamientos machistas, la mujer es discriminada, tanto de forma individual como colectiva, al ser relegada en la estructura social. Son ejemplos de conductas machistas:

Los comentarios sexuales en la calle o el lugar de trabajo.
Valorar el trabajo de la mujer como secundario en la economía familiar.
La infrarrepresentación de la mujer en la política.
La violencia sexual y la violencia machista.
La invisibilización del papel de la mujer en la historia y los medios de comunicación.
La separación de niños y niñas en las escuelas y la educación diferenciada, ya desde los primeros meses.

La misoginia

Una persona misógina odia a las mujeres y, por extensión, todo lo que tenga que ver con lo que tradicionalmente se asocia a lo femenino, como la maternidad o la familia. No intenta ejercer un dominio o control de la mujer, sino que directamente quiere eliminar cualquier dependencia con el sexo femenino, que desprecia. Al igual que el racismo o la homofobia, se estudia como un trastorno del comportamiento y pertenece más a la esfera individual que colectiva.
La misoginia se ha construido a través de los siglos como una ideología y una posición de extremismo intelectual. Se fundamenta en la cultura griega y en mitos y creencias que asocian a la mujer con la maldad o con un ser humano incompleto.

El término “machismo” ha experimentado mayor evolución en su significado. No es contrario a “feminismo” sino que se asocia con el poder, con una posición dominante del hombre sobre la mujer y unos valores muy diferenciados de los femeninos, que el machismo considera signo de debilidad. Tiene una dimensión más social y económica que la misoginia, más próxima a la psicología del individuo.

Fuente consultada: portales digitales; RAE y FM CAPITAL -Kimón Demitrópulos, director- 97.7 Salta

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