Ante el rechazo docente a la propuesta del 15%, el ministro Finocchiaro optó culpar a cuestiones partidarias por el fracaso de la negociación.
Fueron tres semanas de medida de fuerza las que lograron que el gobierno a través del Ministerio de Educación recibiese a los gremios que representan a docentes universitarios sin embargo la propuesta con la que recibió Finocchiaro a la CONADU y CONADU histórica no alcanzaría la mitad de la inflación estimada para este año, 32%.
Luego de una prolongada reunión el gobierno terminó ofreciendo un incremento del 5% a mayo (que ya vienen cobrando) y un 5,8% a agosto no acumulativo totalizando un 10,8% a ese mes. La CONADU Histórica rechazó de plano la que considera como una “nueva provocación” y ratificando su pedido del 30% con cláusula gatillo. El resto de las representaciones gremiales se sumaron al rechazo.
Los gremios han llamado a un plenario de Secretari@s para el próximo viernes donde resolverán, en base a los mandatos de las asambleas de base, la continuidad del plan de lucha.
Desde el 13 de mayo, el Ministerio de Educación repite la oferta del 15% distribuido en cuotas y sin cláusula gatillo. El acuerdo paritario del año pasado venció el 28 de febrero, y las y los docentes seguimos cobrando el mismo sueldo que en 2017 más un insignificante 5% que el gobierno otorgó de manera unilateral “a cuenta de futuros aumentos”. Por otro lado, a la demora en el envío de las partidas mensuales del Presupuesto Universitario votado por el Congreso para 2018 ($103 mil millones), se suma el anuncio del gobierno de un recorte superior a los tres mil millones de pesos. Considerando que casi el 90% del presupuesto se destina al pago de salarios, la quita supone una afectación de un 23% de los fondos remanentes para funcionamiento del conjunto del sistema.