Siete años y Juan Emilio Ameri, junto a su compañera de vida, Alejandra Escudero y sus hijas, son el eje de una organización que en mayor parte convoca a los jóvenes con ansias de militar por un proyecto nacional y popular. Kirchneristas por antonomasia, han sabido abrir un espacio en el que poco a poco, se suman jubilados, estudiantes, amas de casa; multiplicidad de credos, de historias políticas anteriores, los neófitos en el tema, o simplemente las personas que quieren sentir que pueden construir una sociedad de iguales.
La dirigencia de la Agrupación inserta en el Partido de la Victoria, le pertenece a Alejandra, ella es el eje de una conducción feminista, progresiva y socialmente comprometida con las realidades de sus militantes. Hay diversidad en todos los aspectos y un mismo objetivo que tiene muy en claro; una Patria socialmente justa, libre y soberana.
Ameri se mostró emocionado por la convocatoria a la cena show realizada en un sindicato compañero, la cúpula del PV respondió con su presencia y avaló este fortalecimiento a las bases del sector: “una historia de siete años que viene desde Perón, Evita, los 30 mil, las Abuelas, Madres e Hijos, como de todos los que dieron la vida para el bienestar del Pueblo en una férrea lucha contras las oligarquías que no piensan más que enriquecerse entregando el país y a costa el hambre y la miseria de los argentinos y argentinas. Tenemos una pertenencia innegable a Néstor y Cristina porque compartimos las convicciones y nos movilizamos por los mismos ideales. Estamos donde debemos estar con la gente, la defensa de los Derechos Humanos, las causas nobles que dignifican la vida de los más vulnerables, porque en ese sector estamos involucrados todos aquellos que el neoliberalismo castiga en el día a día”
Estas palabras se robustecen con el asentimiento de su esposa Alejandra, su dirigenta, quien sin dudar refuerza el mensaje: “agradecidos con todos los que de un modo u otro están, apoyando, marchando, dando la cara ante la adversidad política y que no piensan más que en la oportunidad de lograr salvar al Pueblo. Creemos en el amor que vence al odio y en la capacidad de organizarnos para defendernos. Sin dudas: ¡Volveremos!”
Siete años de EL AGUANTE, los trapos, los afectos forjados, el crecimiento de muchos adultos recién nacidos a la vida política, se cuelan en las imágenes de una cena fraternal que puso el énfasis en la calle que los tiene por protagonistas.
Ambos definen: “Cuando la lucha es a muerte, el fiel resiste, el indeciso renuncia, el cobarde traiciona, el burgués desespera y el valiente combate”
Nosotros no renunciamos, no traicionamos, ni nos desesperamos; nosotros resistimos y combatimos, si es necesario a muerte, contra la ignominia, la injusticia y la entrega.
Somos militantes no sólo de in proyecto politico; sino de un proyecto de vida, en el cual todos los que sentimos el dolor del otro como propio, somos hermanos.
Eso es El Aguante” responden de tal modo que son una sola voz. Como la Agrupación; una fortaleza política de base.