Las comunidades originarias castigadas por la actual dirigencia gubernamental, la indiferencia de la prestataria del suministro de agua, AGUAS DEL NORTE, alejados de toda representación política y sin capacidad de luchar por derechos humanos.
Dejar sin agua a los habitantes de la provincia de SALTA es condenarlos en esta pandemia a un destino inexorable como la muerte, sea por las múltiples enfermedades que vienen con la pobreza, sea sobre todo por no tener los elementos básicos que permitan una vida digna.