Así lo hizo conocer el Presidente de la Unión Autónoma de Comunidades Originarias del Pilcomoya, Abel Lutsej Mendoza, tras conocer que algunos referentes habrían mencionado a la organización para valerse de la situación que les aqueja en la zona a los pobladores originarios.
En Salta son varias las personas que se presentaron como intermediarios, garantes, gestores y otros apelativos en el contexto de la actual campaña electoral, esto porque es la época en donde “visitan” las comunidades del Pilcomayo con la pretensa intencionalidad de comprometer el voto del electorado originario. No obstante, desde el año pasado, los originarios y las originarias, exigen ser partícipes activos en la elaboración de las inexistentes políticas indígenas que el Gobierno provincial, en Salta, no logra aún conformar.
La problemática de los Pueblos Originarios comienza con la falta de seguridad y previsibilidad jurídica sobre el título de propiedad de sus territorios ancestrales, con lo cual, viven a merced del corrimiento, invasión, apropiación y desalojo por parte de los empresarios agroexportadores que no sólo deforestan el monte del Chaco Salteño, sino que además, insisten en desaparecer comunidades enteras en lo que a la larga termina con el fatal desenlace del etnocidio.
Lejos de mostrar voluntad para solucionar esto, Gustavo Sáenz, se muestra indiferente, ausente como el Estado que ignora los pedidos sobre soberanía alimentaria, acceso al agua potable, gas, energía eléctrica, salud, educación pluricultural, entre otras demandas humanitarias que realiza sistemáticamente la ciudadanía salteña originaria.