Detenido en la provincia de Salta – estaba alojado en el camping de la localidad de Coronel Moldes, cercano al Dique Cabra Corral. Fue reconocido por una persona que lo denunció a la Policía del lugar. En las próximas horas será trasladado a Tucumán.
Roberto Rejas que fue condenado a prisión perpetua por el doble crimen de su ex pareja, Milagros Avellaneda (26), y de su hijo Benicio (2), se había fugado del cuartel de bomberos el lunes 27 de septiembre, mientras se resolvía su traslado a un penal de máxima seguridad.
Conforme lo registrado por las autoridades judiciales, la fuga se realizó el lunes 27 de septiembre, alrededor de las 21.30, ocasión en la que Rejas le pide al guardia a cargo, permiso para ir al baño ubicado en el primer piso del mencionado cuartel, con el fin de higienizarse. Cuando el guardia, percibe la demora del encartado, ingresó a los sanitarios y se dio con que el acusado había fugado por una ventana.
Los investigadores sostienen la hipótesis de que Rejas había planeado la fuga con anticipación tras recibir la visita de tres hombres y que por la noche un auto lo esperó estacionado sobre calle hacia la cual daba la ventana por la que saltó, a bordo del cual huyó.
AHORA: CAYÓ ROBERTO REJAS, el asesino de Milagros Avellaneda y su bebé Benicio. Ya lo tiene la policía. Estaba en Salta, en un camping. Lo delató alguien. pic.twitter.com/WV1n32kR30
— Mariana Romero (@MarianaR31) October 14, 2021
La condena
El 22 de septiembre pasado, a cinco años del doble crimen Milagros y Benicio, Rejas fue condenado a prisión perpetua por los delitos de “homicidio agravado por violencia de género y alevosía”, y quedó con prisión preventiva por seis meses hasta que la sentencia quede firme.
El fallo de primera instancia aclaró que si el condenado decidiera aportar datos acerca de dónde se encuentran los cuerpos de la mujer y el niño, se reconsiderará la pena impuesta.
La desaparición de Milagros y Benicio
De acuerdo con la investigación del caso, Milagros y Benicio fueron vistos por última vez el 28 de octubre de 2016 cuando salieron de su casa, ubicada en el Barrio Lola Mora, de la capital tucumana, donde ambos vivían junto a otro hijo de la mujer y a Ojeda, abuela de los niños.
Según se determinó en la causa, madre e hijo estuvieron en la zona del Parque 9 de Julio a bordo del auto de Rejas, a quien la mujer le reclamaba que reconociera al niño como propio. En ese momento, Milagros le envió mensajes a una amiga, en los que le manifestaba que Rejas la estaba golpeando.
Esa fue la última actividad que se registró en el celular de la joven, quien al igual que el niño perdió desde ese día contacto con todos sus allegados.
Para los investigadores fue en ese momento en el que el ahora condenado los asesinó e hizo desaparecer los cuerpos. De la pesquisa surgió que también ese día Rejas apagó su celular y lo prendió siete horas más tarde.
En el marco de la investigación, la justicia realizó allanamientos en la casa de Rejas y en su vehículo, donde se encontraron machas de sangre, que el hombre dijo que pertenecían a un chancho. Sin embargo, las pruebas realizadas dieron positivo en sangre humana, aunque como la cadena de ADN estaba incompleta no se pudo determinar con certeza a quién pertenecía.
Otro elemento que resultó importante fueron los peritajes al teléfono de Rejas que revelaron que horas después de la desaparición de Milagros y su hijo el hombre buscó en Google desde su celular la frase “descomposición rápida de cadáver”.
Fuente: primerafuente