Tras el quiebre en el Senado del bloque del Frente de Todos, algo que se avizoraba hace meses, los opositores más radicales al gobierno han incitado a que sus partidarios se manifiesten por la unidad del Frente de Todos.
Con urgencia, los operadores mediáticos y políticos, salieron a propalar una letanía de doble vara; considerando que el quiebre del bloque oficialista en el Senado tiene como finalidad responder a la “improlijidad” con la que ha constituído Horacio Rossatti una de las prebendas más escandalosas de los últimos tiempos; asumió como presidente del Consejo de la Magistratura beneficiado por su propio fallo y reteniendo su cargo de presidente en la Corte Suprema de Justicia de la Nación; puesto al que accedió también por sus propios oficios (se autoeligió).
Sin embargo, aún cuando los cuadros mediáticos, presentados la oposición, tanto como sus dirigentes políticos, sientan afectada la operación judicial con la que se identifican, cierto es que el FdT ha desandado un camino de rompimiento, cuando menos, en el último año y medio.
Las divisiones en el oficialismo empezaron a notarse en la Cámara baja con la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque de cara al tratamiento del proyecto que legitimó el retorno de la República Argentina al Fondo Monetario Internacional supeditando la política económica a los dictados foráneos.
La acción extravagante de los operadores medíaticos y representantes políticos de la oposición radicalizada, han convocado a una marcha a favor de la unidad del FdT, por antonomasia.
Juntos por el Cambio convocó a la movilización en las calles porteñas para el 23 de abril con la adhesión de la Sociedad Rural.