Desarrollo Social de la Provincia, con la gestión Política de la radical Silvina Vargas y el área de Asuntos Indígenas con Marcelo Córdova, están signados por una inoperancia peligrosa, atentatoria de las infancias originarias.
¡JUSTICIA POR LORENZO! claman las comunidades indígenas, luego que el pasado día 13 de julio a las 15hs, aproximadamente, fallece un niño wichí, de apenas dos años de edad. Residía junto a su familia en Misión El Toro. Hecho que fue comunicado de inmediato por los pobladores del paraje conocido como Vertiente Chica de donde el niño era oriundo. Desde SNI, comunicamos con consternación, la crónica de estos hechos, expuestos por los lugareños.
Lorenzo, como es hoy habitual en esta zona del Chacosalteño, padeció las consecuencias de una mal nutrición, en un entorno de extrema pobreza, indefensión, alejado de las posibilidades necesarias para su salud.
Al conocerse lo sucedido, personal de la Municipalidad de Santa Victoria Este, lleva un pequeño ataúd, algo de alimentos para los familiares de Lorenzo, quienes, al arribo de la ayuda comunal, ya habían enterrado al niño, situación que fue observada por el equipo sanitario que concurrió a la zona, ante la muerte del menor. Esa fue la razón, según las explicaciones de los deudos, por las que no se hizo la autopsia, y sin ese paso en el proceso, el certificado de defunción no se emite. Lo que sucede a partir de allí es de una crueldad absoluta.
SIN VIGILANCIA SANITARIA
El pequeño wichí, fue visitado por un agente sanitario por última vez, el 22 de abril, luego volvería al lugar para constatar que Lorenzo estaba sin vida. Actualizó unos datos ante la muerte del pacientito y nada más. Con desparpajo, indiferencia y desidia, a Lorenzo lo convirtieron en un mero trámite caduco.
El seguimiento de Lorenzo fue inexistente, pues cuando dejó de estar con su grupo familia en el paraje Las Vertientes para ser trasladado a El Toro, el agente sanitario a esa zona, nunca concurrió a controlar las afecciones del menor. Pese al reclamo que por escrito presentó la familia de Lorenzo ante el gerente hospitalario en Sta Victoria Este; quien dijo no saber nada de ese asunto.
La mala administración desde el hospital implica que 56 enfermeros en SVE estén desaprovechados y no sirvan para cubrir las demandas sanitarias en esta zona. Situación que tampoco logran revertir por las implicancias políticas que gravitan en los nombramientos y contratos del nosocomio.
UN PAISAJE DE TERROR
Como si esto no hubiera sido bastante doloroso para la familia del bebé wichí, el pasado 19 de julio, confirman que perros y chanchos, cercanos al área del cementerio indígena, excavan y extraen el cuerpito de Lorenzo para comerlo, en una escena escalofriante que expone lo peor de la realidad norteña, inhumana, atroz e imborrable. Como todos los desenlaces que la fatalidad se reserva en un entorno superado por la pobreza económica, la vulnerabilidad humana y la corrupción política.