Celebraciones en muchos lugares de la gaucha provincia que dejó de lado su poncho y cueros curtidos de orgullo provincial para calzarse un chulo y n acullico de coca que forma parte de lo tradicional muy relegado en nuestra cultura.
La propia radical, Silvina Vargas que lograra el aval de Gustavo Sáenz para regentear los recursos de la cartera más importante de ayuda y acompañamiento a los salteños más necesitados, como ministra de Desarrollo Social, anduvo dándole de comer a la tierra, con total conocimiento de causa, acompañada de su equipo de gauchos retobados a compartir la cultura de agosto.
Esto llamó a la reflexión pública que no tardó en hacer llegar sus comentarios a la prensa y descubrir a la radical titular de la distribución de millones de pesos en ayuda, que Salta estaba en llamas en muchos lugares, mientras ella estaba de fiesta.
Las problemáticas indígenas del norte salteño son interminables y durante su gestión la mortalidad infantil por desnutrición es gravísima, cómo así también, el abandono social de las familias de niños y de las niñas embarazadas por múltiples causas; o el peor abandono de las familias con femicidios, o el chineo en la provincia.
La funcionaria de la UCR, no comunica al gobernador la alta tasa de negatividad de su gestión y confabula con el delegado blanco de Asuntos Indígenas, Marcelo Córdova, informes que disfrazan la verdad de cómo lucran con el asistencialismo y la pobreza del norte salteño.
El engaño o realidad, con conocimiento de causa, es la actualidad de Salta, que no cambiará aunque la radical y titular del Ministerio de Desarrollo, tome litros de caña con ruda.