Salta: una mujer rescatada de una calle inundada
Una conversación entre vecinos de la capital salteña, en ocasión de las fuertes tormentas de la época, cuando la ciudad queda peligrosamente bajo el agua.
Una conversación entre vecinos de la capital salteña, en ocasión de las fuertes tormentas de la época, cuando la ciudad queda peligrosamente bajo el agua.
El sentido y la cosmovisión sobre el medio ambiente, la vida, la otredad…ésos son los valores naturales en el ideario wichí que no permitió estar atravesado por los mandatos de ningún sector clerical. Esta imagen de salvar al más vulnerable debería ser todo lo que se necesita tener en claro para hacer aquello que es correcto. No tienen nada pero lo tienen todo. No es un poderoso que mira desde el cielo el sufrimiento ajeno, es uno que ante el embate de lo sucedido, se sobrepone a sus propias fuerzas y defiende.
Son guerreros pero no odian, ése es el gran secreto.
Casi 400 personas afectadas en el norte por el desborde del río Pilcomayo, perdieron sus viviendas precarias, las tierras donde estaban habitando y el acceso al monte de donde alimentan. Las inundaciones son el resultado de los desmontes como primer vector ecológico, luego la falta de obras hídricas y por último, la desantención del Estado provincial en el área de frontera.
El avance de las aguas que le pertenecen al Pilcomayo no cesa y esto provocó que al menos unos 350 habitantes, fueran trasladados de urgencia a sitios más elevados. Los parajes conocidos como La Gracia, La Estrella y Monte Carmelo, son los más afectados y consecuentemente, las comunidades originarias de la etnia wichi que se radican en la zona.
Se aproximan las lluvias de verano en nuestra región y los vecinos que viven en el lado norte; municipios de Vaqueros, La Caldera y La Calderilla, reclaman por la extracción descontrolada de áridos en las zonas aledañas a los cursos hídricos. Consecuentemente el impacto ambiental directo e inmediato, coloca en riesgo a todo el ecosistema y también a las personas en esos lugares.