Recordaron a las víctimas de la Masacre en el Paraje Palomitas

Agrupaciones sociales, políticas y partidarias, se trasladaron hoy hasta el paraje Palomitas para recordar allí a las víctimas del terrorismo de Estado.

Bajo la responsabilidad del Ejército Argentino, la Policía Provincial y de las autoridades políticas en la intervención del gobierno local, junto a quienes dirigían los estratos judiciales y funcionarios administrativos, entre otros, estos hechos demuestran en la memoria salteña que durante la dictadura cívico militar acaecida en el país, no hemos quedado al margen de la misma, como se trató de instalar durante décadas.

Se debe tener en cuenta al grupo de personas que estaban detenidas en la Cárcel de Villa Las Rosas , a disposición del Juzgado Federal y del P.E.N. y que fueron sacadas de su prisión por efectivos militares -con el pretexto de un supuesto traslado a la ciudad de Córdoba- fueron asesinadas impunemente a pocos kilómetros de la capital norteña, en el paraje conocido como Difunta Correa, próximo a Cabeza de Buey.
Ciertas versiones indican que las personas detenidas, conforme figura en diversos documentos de la época, eran trasladadas por orden de la autoridad militar. Así, se arriba a que en aquel entonces coronel Carlos Alberto Mulhall, por nota del 5 de julio de 1.976 dirigida al Sr. Juez Federal de Salta; da un listado de 9 personas a ser trasladadas a la ciudad de Córdoba, y al día siguiente, el mismo coronel Mulhall, comunica al Director de Institutos Penales de Salta; una nómina de 11 detenidos que habrían de ser trasnportados ese día.
Finalmente, Mulhall en la nota del 11 de julio de 1976; eleva al magistrado federal la siguiente “nómina del personal subversivo muerto y prófugo”, de los enfrentamientos producidos el 6 de julio de 1976:

A. Personal Subversivos Muertos:

1. Alberto Simón Savranski.
2. Leonardo Benjamin Avila.
3. Raquel Celia Leonard de Avila.
4. Rodolfo Pedro Usinger.
5. María Amarú Luque de Usinger.
6. Roberto Luis Oglietti.
7. Pablo Eliseo Outes.
8. José Víctor Povolo.
9. María del Carmen Alonso de Fernandez.
10. Jorge Ernesto Turk Llapur.

B. Personal Subversivos Prófugos:
1. Evangelina Botta de Linares o Nicolay.
2. Georgina Graciela Droz” (fs 191 del Expediente n° 94299/83).

 

En esta lista aparecen doce personas, diez muertos y dos prófugos con la inclusión de Jorge Ernesto Turk Llapur para nada mencionado en los documentos anteriores y quien, además, se encontraba detenido en la cárcel de Jujuy y no en la Cárcel de Villa Las Rosas.
Se pretendió simular una emboscada producida por “delincuentes subversivos”, que supuestamente esperaban a la columna militar para rescatar a los detenidos que trasladaban se utilizaron dos vehículos: una camioneta y un automóvil Torino que habían sido sustraídos aparentando ser un grupo de “supuestos guerrilleros”, en las inmediaciones de Gral. Güemes unas horas antes de producirse el hecho principal. De los testimonios del propietario de la camioneta y del propietario del automóvil Torino secuestrados, surge que los presuntos guerrilleros vestían uniforme de la Policía de la Provincia, comportándose con la seguridad que brindaba en esa época integrar las fuerzas de seguridad, pues los retuvieron durante media hora realizando un control de ruta y comunicándole a sus cautivos sus futuras operaciones (la liberación de los presos trasladados)
Los prisioneros fueron baleados. Los cuerpos recibieron numerosos impactos de bala, provenientes de distintas armas, con el objeto de fraguar el enfrentamiento. Por ello mismo, algunos cuerpos fueron colocados dentro de los automóviles, en las cercanías del Paraje Palomitas y otros dejados en Ticucho (Provincia de Tucumán), y en Pampa Vieja (Jujuy).
En el Juicio a las Juntas Militares,”El periodista salteño Luis César ANDOLFI, refirió por su parte que luego de haber tomado intervención y obtenido fotografías de los sucesos ocurridos en el Paraje Las Palomitas-Cabeza de Buey, le fue secuestrado todo el material fotográfico extraído por personal de la Guarnición Militar Salta, y que se le hizo saber que oportunamente se le haría llegar un parte oficial que sería la única versión de los hechos que se autorizaba publicar”.

¿Qué sienten los militantes que van hasta el monolito de Palomitas?

SNI le preguntó a quienes asistieron a este homenaje, Juan Emilio Ameri, dirigente de la Agrupación El Aguante, dijo: “A mí me embarga una profunda tristeza, ése es un sentimiento que no sé manejar y generalmente me enojo … y ando así medio enojado, como hasta ahora.
Me enoja que hallan aniquilado y más de la manera que lo hicieron a una generación de jóvenes; los mejores de esa generación; sólo por guita. Porque en definitiva ese golpe fue para imponernos un modelo económico que nos iba a saquear nuestras riquezas y el freno a eso eran los jóvenes que fueron asesinados brutalmente.
Un militante político como Carlos Suárez, compartió sus emociones con nosotros al describir: “La primera vez que fui, me dio vértigo… por no decir temor, con la piel estremecida imagine la escena, lo que pensaban los compañeros, ilusionados de volver a ver sus seres amados. Es inevitable saber que pudo haber sido un hermano, esos hermanos incondicionales de militancia. Es imposible escapar de la realidad que pudo haber sido uno mismo.
Luego se llenó de orgullo el pecho. Ellos sabían lo que se estaban jugando y siguieron hasta el final, con un valor inconmensurable. Con una lealtad hermosa hacia el pueblo y lo más difícil, hacia ellos mismos.
Palomitas me provoca respeto, impotencia y me pone los pies en la tierra en cuanto a la militancia… esto no es un juego ni un club social… esto es una guerra contra lo más nefasto, la bota de los poderosos sobre el cuello del pueblo, intentando arrancarnos la cabeza”

 

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