Pañuelos

Ariel Magirena es un profesional de la información periodística. Además es cronista de medios con alcance nacional y un activo militante del campo popular. Sus análisis, publicados en el perfil de las redes que utiliza, se hacen dignos de ser compartidos, más allá de tales espacios. Un punto de vista crítico a la simbología de las causas y protestas que nos alejan de aquello que jamás debe ser olvidado o confundido. En la historia Argentina, el pañuelo, es la bandera de la MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA, e implicó miles de vidas, comenzando con los 30 mil desaparecidos y continuando con las de las Madres, Abuelas, Familiares, las propias víctimas y los amigos. Desafiante, la mirada de quien comparte esas mismas plazas y calles llenas del protagonismo de las bases.

PAÑUELOS

Cómo se esconde un elefante en la calle Florida?…entre otros elefantes”

En mayo de 2017, en ocasión de la marcha contra la resolución de la Corte Suprema extendiendo el beneficio del 2×1 a los crímenes de lesa humanidad, se desató una disputa alrededor del pañuelo de las Madres de Plaza de Mayo. Se lanzó por redes la propuesta de que todos lo llevásemos en nuestras cabezas lo que fue rechazado coherente y tajantemente por Hebe de Bonafini mientras que la Línea Fundadora, en la voz de Nora Cortiñas, era mas amigable con la posibilidad de que se llevara el pañuelo y se exhibiera tomado por ambas manos.
Cuando las primeras Madres se encontraron en el reclamo a la mas feroz dictadura de la Argentina eligieron dos emblemas que se mantuvieron incorruptos desde entonces y fueron la ronda a la pirámide y el símbolo del pañal de tela sobre sus cabellos que hoy, además, ellas mismas entregan como premio y reconocimiento a luchadores sociales.
Ningún intento por terninar con esos emblemas había funcionado hasta el presente. Existía una tradición de respeto al pañuelo de las Madres por lo que las campañas y luchas que necesitaron emblemas propios fueron por el lado de distintivos, vinchas, brazaletes, colgantes, cintas, botones, body paint, máscaras o los famosos chalecos amarillos en francia.
La maniobra que representaría por fin la amenaza eficaz al pañuelo de las Madres procedería nuevamente desde el inesperado lugar de la militancia por los derechos humanos (en ese caso por una demanda puntual de un sector específico) sin que se atendiera ese respeto ganado por las Madres con añosa lucha y prestigio mundial. Pañuelos proliferaron a una velocidad inédita generando todo un mercado del pañuelo que comenzó a repartir colores para causas explícitamente contradictorias o incluso desopilantes que se producen en masa y pueden comprarse en el mismo kiosco o puesto ambulante. Ya comienzan a repetirse colores con distinción en los logos o leyendas y sólo será cuestión de tiempo hasta que aparezca uno blanco con una inscripción particular o con un ribete determinado que termine definitivamente haciendo ivisible el símbolo mas fuerte de la lucha humanista y social del último medio siglo.
Aprovechando a ingenuos y a cómplices, el marketing va liberando los elefantes en la peatonal y quien no conoció en su momento al elefante que esconden lo habrá perdido sin culpa y, probablemente pronto, sin remedio.
arielmagirena
Ariel Magirena

Dejá una respuesta