Mirtha Ramírez, quien trabaja allí desde hace 25 años, dijo a Cadena 3 que el dueño “desapareció y nos dejó a la deriva”.
“Las cosas venían mal, con pocas ventas, pero hace unos 15 días nos quedamos sin materia prima, así que no estábamos produciendo. Tuvieron una reunión los delegados en Trabajo y este tipo (por el dueño) no se presentó en ninguna de las tres audiencias. El dueño son Roberto Duhalde y Maximiliano, su hijo”, sostuvo.
Asimismo, precisó que los trabajadores se organizaron para pasar la noche en el lugar. “Ahora la fábrica está tomada y les hicimos escraches”, acotó.
“El tipo desapareció, nos dejaron a la deriva. No recibimos ningún telegrama. Abandonó, buscó la última recaudación y desapareció”, agregó.
En la planta ubicada en Estrada 245 de esa ciudad del oeste del Gran Buenos Aires se producían desde 1976 golosinas como las tradicionales “Mielcitas” y los populares alfajores “Suschen” y “Loquillo”.
José Luis Ledesma, delegado de la comisión interna gremial de la planta, lamentó el cierre de la fábrica y dijo que los operarios habían hecho “todo lo posible” para evitar llegar a esta instancia, pero no pudieron impedirlo.
La empresa tiene deudas millonarias y, en un contexto de fuerte caída de ventas por la crisis económica, tampoco puede hacer frente a las tarifas de energía eléctrica, gas natural y agua potable, dijo Ledesma.
“Estamos muy mal. Nos sentimos muy mal. Hay compañeras que tienen chicos discapacitados. Hicimos todo lo posible para que esto no ocurra. Pero por los malos manejos estamos pasando esta situación”, lamentó el delegado en declaraciones a una radio
Y agregó: “Hemos cubierto lo que los empresarios no pudieron cubrir. Se llevaron el activo fijo y se burlaron de todos. No somos locos ni suicidas, vamos a buscar una posición y continuidad de trabajo”.
También dijo que más de 100 operarios han quedado en la calle debido al cierre de la fábrica.
Mielcitas era una marca de la empresa Suschem, compañía fundada en 1976, y llegó a ser una de las diez mayores productoras de golosinas en la Argentina.
Ledesma contó que la firma había desarrollado un sistema de comercialización de llegada directa a canales mayoristas de golosinas, comestibles, supermercados e hipermercados, y distribuidores directos.
Pero a pesar de esa compleja ingeniería de logística no pudo sobreponerse a la fuerte caída de ventas debido a la depresión del consumo que configuró la crisis económica.
“El gremio nos apoyó mucho, hemos recorrido todos los canales legales para evitar el cierre. Hubo un mal manejo de la empresa (por parte de sus dueños), pero también están las tarifas del gas, la luz y el agua por las nubes. Esto se ha hecho realmente imposible”, admitió el delegado.
Ledesma contó que la comisión interna gremial que representa a los 150 operarios venía manteniendo reuniones con los directos de la empresa en el ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, pero el jueves comunicaron su decisión de cerrar la empresa.
“Nos dijeron en la reunión: hasta acá llegamos. Es tremendo. Fue en el mismo Ministerio de Trabajo. Y ahora nosotros nos tenemos que abocar a ver qué hacemos. La gente durmió en la fábrica para resguardar las máquinas, para que no se las lleven”, afirmó Ledesma.
fuentes: digitales, sitios gremiales, notas de archivo.