La prensa alemana evidencia la mala administración macrista

Un informe de la agencia alemana de prensa oficial, DW remarca que en la Argentina: los más golpeados son los que menos tienen. La debacle financiera afecta el nivel de vida de los sectores más desatendidos. En Argentina, al menos uno de cada dos menores de edad son pobres. Diferentes sectores evalúan declarar la “emergencia alimentaria”.
La DW, explica la vulnerabilidad potencia de los niños, niñas y adolescentes que de por sí son un conjunto desprovisto de herramientas para mejorar por sí mismos, sus vidas. En este informe analizan los personajes políticos del macrismo y las medidas que provocan el deterioro brutal de un país que en cuatro años, lo perdió todo.
“La situación es inquietante: tras las recientes elecciones primarias, los mercados entraron en pánico, el peso se devaluó más de un 25% en tres días, subió la inflación y todo derivará, coinciden los especialistas, en un aumento de la pobreza. Según cifras oficiales, a fines de 2018 – año en el que el país también sufrió un sismo financiero – un 32 por ciento de los argentinos y uno de cada dos menores de edad eran pobres. Luego del actual torbellino, la situación probablemente sea peor.
Todos estos datos se vuelven aún más dramáticos en la vasta provincia de Buenos Aires. Especialmente en el conurbano bonaerense, ese anillo hiperpoblado que rodea a la capital. Según el censo de 2010, un 38% de los argentinos viven en esta provincia donde conviven islas de riqueza con extensos territorios en los que la miseria y el desempleo son la normalidad.
“Hay hambre”, asegura el actual diputado peronista Daniel Arroyo, quien fue ministro de Desarrollo Social en la provincia de Buenos Aires y suena como posible ministro de Desarrollo Social en Nación, si es que el 27 de octubre Alberto Fernández gana las elecciones. “Hay gente que no tiene lo mínimo para alimentarse, solo mate cocido y pan a la noche. A su vez, hay cada vez más gente en los comedores comunitarios y más chicos se quedan a comer en las escuelas. Además de hambre, hay malnutrición: por un lado niños y jóvenes que comen mal, aprenden mal y se les complica la vida y gente que no tiene trabajo, o lo tiene de un modo informal que le toca ir a comedores comunitarios que están desbordados”, añade.
Emergencia alimentaria
En 2015, María Eugenia Vidal dió un batacazo y ganó la gobernación de la provincia de Buenos Aires. Su triunfo empujó con fuerza al presidente Mauricio Macri quien logró un ajustado triunfo ante el candidato peronista de aquel entonces, Daniel Scioli, quien era, a su vez, el dos veces gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Vidal era el rostro cálido del oficialismo. Era vista como la mujer destinada a suceder a Macri. Sin embargo, el domingo 11 Vidal sufrió una fuerte derrota frente al exministro de Economía Axel Kicillof, quien sacó más 52 por ciento de los votos y logró así una diferencia todavía mayor a la que Fernández le sacó a Macri a nivel nacional.
En rigor, las elecciones internas del domingo 11 no decidieron casi nada, porque a nivel presidencial todos los frentes electorales llevaron solo una fórmula. Sin embargo, como son obligatorias, a tres meses de las elecciones el resultado expuso con claridad cómo es el nuevo mapa político nacional.
A una semana de aquellas elecciones, las definiciones de Fernández son claves para ordenar el pánico financiero. En paralelo, desde el entorno de Kicillof deslizan que en caso de llegar a la gobernación, “además de trabajar sobre un plan integral para el desarrollo de la provincia seguramente haya que atender algunas emergencias”.
En la misma línea, Arroyo dijo a DW que “es necesario declarar la emergencia alimentaria por un lado y encarar una política para resolver los dos problemas centrales en Argentina que son el aumento del costo de los alimentos y el endeudamiento de las familias”.
La calle
“Ves todos los días fábricas y pequeñas empresas cerrando. Cada vez más gente va a comer a los comedores comunitarios y nosotros vendemos menos porque la gente tiene menos guita (dinero)”, denuncia Nahuel Levaggi, coordinador Nacional de la Unión de Trabajadores de la Tierra. “Cuando hacemos feriazos y verdurazos la cola de gente que se acerca a comprar a precio popular es tremenda. Nadie hace dos o tres horas de fila para comprar verdura más barata si no tiene la necesidad”, añade.
Tras los resultados del 11 de agosto, el gobierno tuvo primero una reacción errática. Luego, anunció un paquete de medidas con las que busca inyectar dinero, pero que se traduce en un incumplimiento de las metas que tenía pactadas desde el año pasado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El sábado renunció el ministro de Economía, Nicolás Dujovne y en su lugar asumió Hernán Lacunza, quien hasta ese momento era el ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires.
“La política alimentaria debe fomentar la producción soberana de alimentos sanos y fomentar canales locales de comercialización para que llegue a precios justos para los consumidores” asegura Levaggi, cuya organización reúne a familias productoras en casi todo el país que buscan ofrecer sus productos a precios bajos en ferias directas. El mismo Nahuel Levaggi, coordinador Nacional de la Unión de Trabajadores de la Tierra, concluye, por último, que “cada devaluación es una pérdida para el sector, porque producimos a precio dólar y vendemos a precio peso. La relación con el gobierno actual es muy mala porque hay política de concentración de la producción y del agronegocio y ninguna política de acompañamiento al sector de los pequeños productores”.
Para los alemanes y sus intereses financieros en nuestro país se traza una cronología del estado económico que trasunta con los gobiernos. Esta línea de la especulación internacional argentina, expresa:
ARGENTINA: CRONOLOGÍA DE LA DEUDA “Fondos buitre” y reinserción financiera
La deuda externa mantiene en vilo a Argentina desde 2001, cuando el Gobierno se declaró en cesación de pagos. Luego de una reestructura de la deuda en los años siguientes, queda ahora un resto de deuda con los “fondos buitre”, que dificulta la reinserción financiera internacional del país. Ahora, el Gobierno de Mauricio Macri quiere negociar con esos fondos. Una cronología de los hecho
Cese de pagos – 2001 – En medio de una grave crisis financiera, económica y política, el entonces presidente interino Adolfo Rodríguez Saá declara el 23 diciembre el cese del pago de la deuda externa, que asciende en ese momento a unos 145.000 millones de dólares.
Solo intereses- 2002 – El presidente interino Eduardo Duhalde anuncia el 12 de diciembre que solo pagará intereses de la deuda externa.
Quita del 75%
2003 – En septiembre, el ministro de Economía Roberto Lavagna propone una reestructuración de la deuda con una quita del 75%. Los acreedores la rechazan.
Mejor oferta
2004 – Argentina mejora su oferta a los acreedores. Ofrece tres modelos de canje: un bono par, con un interés inicial del 1,33% que sube hasta 5,25% a los 25 años y vencimiento en 2038; un bono cuasi par, con una quita del 30,1%, intereses de 3,31% más un valor ligado a la inflación y vencimiento en 2034, y un bono descuento, con una quita del 66,3%, intereses de 8,28% y vencimiento en el 2033.
El primer canje
2005 –El Gobierno lanza el canje de la deuda en default. Finaliza en abril. Argentina renegocia 82.000 millones de dólares. Un 76% se adhiere. La quita promedio alcanza al 65,4 %. El resto, con bonos por unos 20.000 millones de dólares, mantiene sus reclamos. El Parlamento aprueba la “ley cerrojo”: los acreedores que no acepten la oferta de reestructuración no podrán acceder al canje en el futuro.
Argentina paga al FMI
2006 – En enero, Argentina paga toda su deuda con el Fondo Monetario Internacional, de 9.500 millones de dólares. con reservas del Banco Central.
Argentina acuerda pagos con España
2007 – En enero, Argentina y España acuerdan la reestructuración de la deuda derivada de un préstamo que España realizó en marzo de 2001. La deuda ascendía a unos 1.000 millones de dólares y serán pagados a 6 años.
Club de Paris: un acuerdo frustrado
2008 – En septiembre, Argentina resuelve cancelar la deuda de 6.706 millones de dólares con el Club de París (acreedores oficiales, deuda interestatal sin bonos). El pago es frustrado por el estallido de la crisis financiera mundial y la caída de Lehman Brothers.
Nueva posibilidad de canje
2009 – En octubre, Argentina, a pesar de la “ley cerrojo”, ofrece a los fondos hedge que no aceptaron las condiciones de 2005 una nueva posibilidad de canje de los 20.000 millones de dólares pendientes.
92,4 por ciento de adhesión
2010 – En abril, el Gobierno lanza un nuevo canje de deuda, con una quita promedio del 66,3% para inversores institucionales y del 50% para los privados. El 66% de los tenedores de bonos en cesación de pagos acepta. Junto con el canje de 2005, Argentina logra un nivel de adhesión del 92,4 por ciento con una rebaja del 65 por ciento en promedio.
El fallo de Thomas Griesa
2012 – En diciembre, el juez federal estadounidense Thomas Griesa falla que los bonistas que no participaron en los canjes ofrecidos por Argentina deben recibir el 100 % de la deuda. Además critica declaraciones del Gobierno argentino de que “no pagaría un dólar a los fondos buitre” y las interpreta como “un desafío inadmisible”
Acuerdo de pago con el Club de París
2014 – En febrero, Argentina apela el fallo de Griesa ante la Corte Suprema de EE. UU. En mayo acuerda el pago de la deuda con el Club de París, aceptando abonar unos 9.000 millones de dólares en un plazo de 5 años.
Dineros embargados
2014 – En junio, la Corte Suprema de EE. UU. rechaza la apelación y el caso vuelve a Griesa. Este amenaza con embargar fondos destinados a los bonistas que aceptaron el canje si Argentina no paga a los fondos hedge unos 1.300 millones de dólares. Argentina debe pagar a los bonistas que entraron en el canje hasta el 30.06.2014, con un mes de gracia. Es decir, que el plazo vence el 30.07.2014
¿Nueva cesación de pagos?
2014 – En caso de pagarle a los fondos hedge, se teme que los bonistas que entraron en el canje reclamen también el cien por el cien de la deuda. En ese caso, Argentina debería pagar unos 120.000 millones de dólares, lo que supondría una nueva cesación de pagos, ya que no está en condiciones de hacerlo. La deuda externa bruta total del país se estima en unos 140.000 millones de dólares.
Macri quiere negociar
Febrero de 2015 – Mauricio Macri, el nuevo presidente argentino, quiere negociar con los fondos hedge. La propuesta se mantiene en secreto, pero se estima que ofrecerá pagar con una quita del 15%. Negociar es “una prioridad” para Buenos Aires. De una deuda inicial de unos 3.000 millones de dólares, con los intereses acumulados, se llega a unos 10.000 millones. A estos se agregan los “me too”
El factor Macri
Comenzando 2016, la depreciación de la moneda nacional –de 9,8 a 13,95 por dólar estadounidense– hace que la deuda de las provincias aumente en 40.000 millones de pesos argentinos
Una deuda paga otras
2016 – Factores como el ajuste del tipo de cambio, el desplome de la producción industrial y la caída del consumo hacen que el PIB se desinfle. Argentina adquiere deuda por emisión de bonos –se dice que es la más elevada de una economía emergente– para poder cancelar sus compromisos con los fondos buitres. En muchos casos se les da más dinero de lo ordenado por las cortes
Nueva ronda de endeudamiento
2017 – Entre diciembre de 2015 y junio de 2017, la deuda emitida por el Ejecutivo ronda los 100.000 millones de dólares. Este período inaugura lo que se conoce como el “tercer gran ciclo” de endeudamiento, que termina desarrollándose a una velocidad mucho mayor que la del ciclo previo. En diciembre de 2017 se llega al monto de 216.351 millones de dólares
FMI, al rescate
2018 – Tras dos crisis monetarias, Macri se ve forzado a pedirle un crédito de 50.000 millones de dólares al FMI y, a cambio, se compromete a recortar el gasto público. El dinero debe contribuir a la estabilización de la situación en Argentina hasta 2021; pero, si Macri pierde los comicios presidenciales de 2019, serán probablemente sus rivales políticos quienes cosechen los frutos de su esfuerzo.
El bolsillo de los argentinos
2019 – Macri frena su programa de austeridad y anuncia medidas para deslastrar el bolsillo de sus compatriotas hasta fin de año: bono para los trabajadores, ajuste del impuesto a las ganancias, pagos extra para la Asignación Universal por Hijo, congelamiento del precio del combustible por tres meses. Se estudia un aumento del salario mínimo y reformas para aliviar a las pymes.

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