Luego que las PASO en Salta, determinaran una tendencia favorable para el Frente SÁENZ Gobernador, el Frente de Todos, con Alberto y Cristina a nivel nacional y Sergio Leavy como candidato provincial, surgen las críticas internas sobre aquello que no fue apoyado por el elector, pero poco se dice sobre la continuidad del modelo económico conservador sobre el que se sustenta la oligarquía local.
Con altos índices de pobreza, una tasa de desocupación de las más altas en el país, la inexistencia de industrias y fábricas, la provincia ha vuelto a elegir que en la persona de Gustavo Sáenz, se perfile un candidato a la sucesión de Grand Bourg, conforme los planes de dos referentes políticos empresariales como lo son el senador nacional Juan Romero y el todavía Gobernador, Juan Urtubey. Ambas figuras colaboran para que Sáenz sea la cara visible del proyecto conservador, mientras ellos siguen operando para favorecer el contexto electoral de un voto sin oposición.
Bettina Romero, la primera candidata mujer a la Intendencia, logró que el elector local olvidara su nada destacable actuación como legisladora provincial y su cruel forma del manejo de planes y programas sociales nacionales en Salta. La apelación constante a la procedencia familiar, hace que los votos de la población mayor de 50 años, crea que su perfil es el adecuado para gestionar. Al Igual que Sáenz, traducen en ellos, modelos de “éxito” económico, aunque no ven que esos logros no son los obtenidos como políticos, sino como personas de negocios vinculados fuertemente a la Obra Pública.
En el esquema de lo que se reivindica con las elecciones segmentadas y detrás de sus correlativas nacionales, recordemos que en agosto se dieron las Paso de Nación y en octubre antes de las generales provinciales, el 27 se realizarán las nacionales, también generan un comportamiento distinto en los votantes provinciales. Esta ayuda extra no fue al azar y tiene a Urtubey como el armador de su sucesor en el Grand Bourg, plan original, mientras su vicegobernador Miguel Isa, intentaba arremeter en el Frente de Todos, contra Leavy.
Un PJ diluido entre la interna del Frente de Todos y haciendo las veces de unidad básica de Consenso Federal, ha dejado de representar fielmente, la extracción popular y de referencia del voto ciudadano para la clase media y baja, castigadas por el plan económico de la conservadora macrista y urtubeicista. Con esta estrategia de “volar por los aires” el gigante partidario de la historia; la atomización de los partidos de índole peronista, volvió a ser un canal de expresión de la voluntad popular a medias, dado que el caudal de votos concentrados, se tornaron por la sencillez de la mecánica electoral en el sistema electrónico, una salid inmediata a las elecciones internas que sólo conllevan el 67 por ciento de la participación electoral.
Un alto nivel de votos en blanco por categorías y la confusión del mecanismo digital para los electores en general, agravado para quienes se encuentran entre 40 y 65 años de edad.
Lentamente el periodismo comienza a dar cuenta en la excelente performance de campaña que hace el conservadurismo local en sus referentes principales Sáenz y Olmedo, convirtiendo la propuesta de la derecha de continuar con un modelo de concentración económica en las clases dominantes, cuyo manejo del poder político implica acaparar los recursos naturales y los medios de producción que en el caso de la provincia, tiene su base más fuerte en la administración pública y alguna provisión de servicios. Sin conocer la ciudadanía, el movimiento fabril, industrial ni productivo con valor agregado a los recursos mineros y agrícola ganadero.
Este esquema de economía cercano a lo feudal es la principal causa del empobrecimiento poblacional. Aunque es simple de comprender, en la ciudadanía es complejo de erradicar porque no rompe con la dialéctica del amo y el esclavo, haciendo de este sistema de maltratos evidentes, un círculo vicioso.
Gustavo Sáenz, con un paso en la Intendencia concentrado en solucionar el casco histórico y no atender las necesidades barriales, se encamina a la Gobernación salteña, ayudado por el conservadurismo dominante, ha expresado su acomodaticia voluntad para ser un mero gestor de algunos fondos nacionales, sin demostrar gran conocimiento en la causa de reclamo provincial sobre los fondos coparticipables.
Así como su prioridad fuera la atención sobre las mascotas -lo que no es criticable en cuanto al sujeto de derecho- olvidó que la prioridad humanitaria son las personas, más aún, la infancia que se encuentra apaleada por la miseria y el hambre, más en el interior de la provincia que en Capital. Su poca expertiz en la administración, causa preocupación por los problemas acuciantes a los que no pondrá otra cosa que la excusa de no resolver, toda vez que su referencia sea lo que económicamente Nación otorgue o no; con ello viviendas, educación, trabajo y salud, seguirán agonizando en el contexto de una Argentina que verá venir los años más difíciles hasta lograr el desendeudamiento con el FMI.
Las arcas provinciales peligran, no sólo por la escasez evidente, sino porque el plan conservador es concentrar soluciones para la élite que la compone, en base a la misma postergación de siempre sobre el pueblo salteño.