Príncipes y Mendigos

escribe  Alcides Balbuena

Como prosecución del escrito anterior, deseo más que nada, interpelar no sólo a la dirigencia sino a la misma militancia de base. No podemos negar que estamos pasando por momentos críticos en materia económica e institucional. Macri nos dejó huérfanos del Estado. Destruyó cada uno de los estamentos que pudieran dar solución a la problemática existente. 

fotolll

Ante este hecho calamitoso nos debemos reinventar como cada vez que sucede algo similar en la Argentina. 
Durante estos días fui observando como, por ejemplo en la provincia de Salta, se suman los niños fallecidos por la desnutrición. También noté que todos se echan culpas pero ninguno asume el rol que le corresponde. Gobernador, diputados, senadores y hasta el gobierno nacional deberían hacerse cargo ya de lo que sucede. No estamos hablando de políticas a largo plazo, señores, el hambre no espera. 
Muchos de esos indefensos niños wichi no tienen que comer, ni asistencia ni un estado solidario. Están indocumentados y eso acarrea otro problema, no están dentro del sistema. No pueden recibir nada porque no existen. 
Los verán deambulando por Rivadavia Banda Sur, por Morillo o Santa Victoria. Verán sus caras por Joaquín V. González o por Tartagal. Así y todo pareciera normal verlos así, apesadumbrados, con la única y tal vez última oportunidad de poder comer.
Sus bosques arrasados por los terratenientes. Sus vidas cambiadas desde que los gobiernos pro oligárquicos escondidos en partidos políticos populares llegan al poder pero sin pensar en lo mas mínimo en ellos.
Un gobernador que en lugar de salir a jugarse por su gente decide bajar el presupuesto que ayudaba a los médicos residentes a asistir a los que sufren en el interior de la provincia. 
Es fácil vivir en la capital, es fácil mandonear desde un sillón y bajo el aire acondicionado. Lo difícil es hacer las cosas bien para estos ineptos como Saenz. 
El Senador Mashur Lapad es otro que no mueve los hilos como debiera. Solo lo nombro a él porque es uno de los más antiguos dirigentes políticos que se conocen por esos lares. Existen otros, eso sí, todos juntos y en caravana solo aparecen para ser beneficiarios de los votos a cambio de un bolson de comida. Que no me lo vengan a negar porque esto es así señores. Juegan con el hambre de la gente. 
Otra cosa empeora aún más esto. Cuando existe una ayuda de la Nación difícilmente llegue al destino preestablecido. No sé que hacen con esa ayuda, pero desaparece como por arte de magia. 
Usted dirá, este tipo tiene razón pero nadie se anima a decirles en la cara lo que estoy escribiendo. Pues no señores, dentro de un tiempo iré a la provincia de mis amores y tendré la oportunidad de mirarles a los ojos a estos inescrupulosos y poder escupir toda mi bronca sobre ellos.
Los avatares de la vida de esta gente, los indefensos wichis, no permiten una espera. Ellos no están capacitados para aguantar un proyecto largo. Necesitan soluciones ya.
Tenemos que tener muy en cuenta que para que un proyecto político funcione debe asistir primero a quien lo necesite. 
Hoy estamos muy mal, pareciera inviable una solución rapida y expedita pero indefectiblemente debemos utilizar todos los medios posibles para que este mal que nos acecha se extinga.
Lamentablemente en la provincia de Salta primaron los egoísmos y la roscas en lugar del proceso que plantearon Cristina y Alberto. Tuvieron que pelearse por migajas en lugar de luchar unidos por el bienestar general. Esa pelea permitió que un candidato de Juntos por el Cambio ganara. No se dieron cuenta nunca que fue no solo candidato de Macri sino que lo fue también de Urtubey. Y ahí están, culpandose unos a otros. La miopía es tan elocuente que no les permiten ver más allá de sus narices. ¿Y quiénes pagan las consecuencias? Sí, el pueblo. 
Visto está que a estos inoperantes no les importa nada de lo que se vino hablando desde el 2017. Buscan solo sus beneficios. El acuerdo es para ellos un espacio de poder para ejercer un cargo y ser acreedores de las posibilidades que emanan de ella. Eso nada más. 
Lo que hizo y hace CFK para que mejoremos, a éstos, no les interesa.
Raro sería ver a un peronismo unido por estas latitudes. Y es por un simple hecho: no saben que es el peronismo porque no acatan la doctrina ni abrazan el PNyP.
Sin la capacidad de discernir, jamás el pueblo obtendrá lo que se merece. Una calidad de vida mejor y la estabilidad que se necesita. 
Mientras tanto la muerte seguirá rondando por las puertas (si las tienen) del desposeído. 
Ojalá, estos dirigentes, dícese peronistas, cambiaran su actuar para beneficio de las mayorías. 
Que así sea.

Dejá una respuesta