La dura siembra del oficialismo salteño, estaría pasando por la proliferación de sellos que buscarán atomizar los votos del 15 de agosto, de este modo, disimular los posibles fracasos electorales a nombre de GUSTAVO SÁENZ, actual Gobernador.
Los cambios de bando, los partidos que ni se conocen, más el sello que se apropiaron para las elecciones del 14 de noviembre, confunde de tal modo, que ni siquiera los propios candidatos de las filas saenzistas saben dónde están postulados.
Si “juntos” o separados, si Gana o intentan; las franquicias de los “aquí Gustavo” marea hasta al más conocedor de estos territorios. Así sucedió en un programa de televisión, donde el candidato no podía responder por cuál PARTIDO POLÍTICO, FRENTE O ALIANZA ELECTORAL SE POSTULA.
Más allá de todo lo que se puede suponer o de los comentarios jocosos, este “momento” televisivo, pone en evidencia el grado de compromiso, preparación, seriedad, respeto, que le ponen a esta campaña por las bancas legislativas municipales, provinciales y nacionales. En pleno proceso de una maquinaria engañosa que busca aprovecharse de las personas, desarrollando aquel ” a río revuelto” por el propio vacío de política para el que trabaja la oligarquía y sus aliados.
Cuando no quieren al pueblo controlando lo que hacen, salen a decir que la política es corrupta, que no sirve para nada, que es una pérdida de tiempo pero cuando están en el poder, así sea un miserable puesto de la administración pública, la cosa cambia; y aparecen amigos, parientes, amantes y demás…qué importa si tienen convicciones o una mínima preparación, con que sean obsecuentes, vale.
Llama la atención que se confunda el candidato D´Andrea, porque tampoco es que su carrera¿? política fuera del surco de la izquierda al de la derecha, básico, elemental y llano; lo suyo siempre fue la muy derecha y la derecha de Sáenz, es decir, no hay tanto recorrido como para perderse.