El Gobernador Gustavo Sáenz empezó a retacear lo que es el ingreso de divisas a la Provincia por actividades como la minería, bajando el perfil de lo que cuentan en las arcas estatales para afrontar los compromisos adquiridos como es la Salud en la Administración Pública, donde tienen como clientela esclava a cada uno de los trabajadores que compulsivamente deben aportar de sus salarios al IPS. No obstante, se suspendió el pago a los proveedores de medicamentos, por lo tanto, los afiliados a la obra social no tienen beneficios, aunque tampoco el dinero para las compras.
Tratamientos, medicamentos, consultas, internaciones, etc, todo debe ser peleado, argumentado y apelado por el afiliado promedio a la obra social de la PROVINCIA, el IPS, prestataria que se vale de una clientela cautiva que no puede aportar o elegir a otra Obra Social si está en relación de dependencia con el Estado local. Por ello, que el COLEGIO DE FARMACÉUTICOS ALERTE sobre una cesación de pagos y por ende interrumpa los servicios entorno a la provisión de medicamentos es GRAVE.
La relación entre GOBIERNO Y FARMACÉUTICOS ha pasado y pasa, de hecho, por instancias tensionantes de modo habitual, cabe recordar a principios de la década, todos los entuertos entorno a la mafia de los troqueles, por ejemplo.
Hoy es la suspensión del pago a los proveedores, sin hacerse público las deudas que mantiene el GOBIERNO DE SÁENZ que tampoco detalla el destino de los fondos sociales que retiene del salario mensual en su planta de empleados estatales.
Si esto ha empezado en plena campaña electoral es porque empeorará con vistas a las posibilidades de un cambio en el esquema nacional, la llegada de las expresiones fascistas con Milei y/o Bullrich y aquellas decisiones en las que se considera a lo público como un gasto. Que Sáenz vuelva a decir que no tiene problemas para un diálogo con el dueño del tercio libetario es porque ya está trabajando para reducir a la administración pública peor de lo que Juan Carlos Romero hizo con los mal llamados excedentes en tributo al menemato de los noventas.
Hoy comenzó Salta a ver las peores horas de lo que se avecina y con absoluta impunidad, el Gobierno comenzará por el lado más débil de la cuerda, los trabajadores estatales.