La derecha norteña arma un espacio que considera “neutro” pero que conjuga parte de las élites norteñas con sello de La Cámpora.
Si los viera Héctor Cámpora, no comprendería el derrotero que lleva al actual legislador de la Nación, Emiliano Estrada a conformar un espacio con Carlos Zapata – parlamentario de Jx C- y Felipe Biella, un hijo de la oligarquía salteña.
Como si fuera el resultado etílico de los carnavales de Salta, este corso de contramano, busca imponer un híbrido electoral de los más perniciosos en la historia de las construcciones políticas que se pueda narrar. Muchos referentes nacionales, fracasan al querer comprender los motivos conductores de esta provincia norteña como para dibujar semejante escenografía del terror.
Toma, daca, mastique, trague
Los empresarios no disimulan que el compre hecho, se aplica con vistas al encontronazo de urnas que este 2023 pondrá al Pueblo de Salta, voto electrónico mediante- a seleccionar una restrictiva gama de fascistas.
El solitario electoral
Gustavo Sáenz, gobernante de los peores que se precien en Salta, pretende repetir la fórmula que fracasó en 4 años, con una de las peores administraciones públicas, políticas que implica a la sociedad salteña padecer una crisis hídrica grave, sin acceso al agua para el consumo humano, sin posibilidades de desarrollo económico -por ende- y un presupuesto que ha sido volcado a la campaña electoral, sin medir las consecuencias de tal acción, con lo que avizora un año complicado para el sistema educativo, sanitario y el de seguridad.
Como si esto no fuera suficiente, los clanes familiares pelean como jauría por las sobras, y así, Romero, Urtubey y otros latifundistas asociados, pujan por el recupero de los sueldos públicos, los cargos, las cajas provinciales y nacionales con delegaciones en Salta, además de los negociados nada despreciables que suponen en el manejo de los recursos mineros.
El de la billetera más grande
Se espera que este fin de semana, terminen de forjar la alianza macrista con los radicales y de ello surja un nombre o perfil que pueda estar en condiciones para competir por la gobernación.-
A este panorama hay que dejarle por sentado que no existen candidatos de extracción popular para el electorado de clase media, baja. La derecha se ha procurado borrar la participación ciudadana de todo sector y consecuentemente, la legitimidad democrática que requiere un Gobierno para preciarse de tal.
Con el uso abusivo del concepto gorila “de la grieta” se erigen estos híbridos que proponen gobernar sin la política o una política sin ideologías, o una Salta cada vez más concentrada en las manos de unos pocos que responden a sus propios intereses, beneficiados por el hartazgo de la ciudadanía que sostiene un sistema de opulencia con sus salarios y realidades cada vez más empobrecidos.